• Los siete países centroamericanos ofrecen la posibilidad de practicar los deportes más extremos y divertidos por tierra, mar y aire.

Disfrutar de los planes más aventureros, conocer lugares mágicos o descubrir nuevas culturas, son algunos de los deseos más comunes que cumplir a lo largo de nuestra vida. Todos tenemos retos que cumplir y entre estos se encuentran vivir aventuras cargadas de adrenalina, diversión, hazañas y descubrimientos a recordar eternamente.

Deseos cargados de aventura

Gracias a la infinidad de riquezas naturales y acervo cultural, Centroamérica permite desarrollar una amplia lista de actividades que cumplen con las listas de pendientes de hasta los viajeros más exigentes.

La interminable cadena volcánica de más de 1500 kilómetros de longitud que se extiende a lo largo de la costa del Pacífico centroamericano, es el escenario ideal para la práctica de deportes extremos como surfear las laderas del Cerro Negro en Nicaragua, escalar la perfecta esbeltez de sus volcanes.

Para los amantes del fondo marino, Belice se convierte en su paraíso, pues a través de sus cálidas y trasparentes aguas se observa con nitidez el interminable y colorido desfile de peces, acompañado a veces de tiburones, rayas y tortugas marinas.  Así, el snorkel o el submarinismo con especies exóticas, nos da la oportunidad de disfrutar de un espectáculo marino único en el mundo.

El Salvador ofrece una nueva variante adrenalínica para los practicantes del rappel en la cascada El Tanque en el municipio de Juayúa y que se ve complementada por las vistas de los inigualables paisajes del entorno.

Los caudalosos e imponentes ríos centroamericanos son los sitios propicios para la práctica del rafting.  Una de las zonas a destacar es son los increíbles rápidos del río Grande de Panamá, el cual surca estrechos cañones de roca maciza y cuenta con varias secciones de distintas velocidades de agua, permitiendo establecer rutas de diferentes niveles de dificultad.

Sobre tierra, los espacios ancestrales de la Reserva de la Biosfera Maya en Guatemala, guardan toda la herencia histórica y una biodiversidad característica de este destino. A través de diferentes rutas en camionetas 4×4, es posible conocer este enclave de una manera diferente y divertida. La zona se caracteriza por grandes áreas vírgenes que permiten un contacto directo con la naturaleza a la vez que se descubren caminos inexplorados y verdaderos tramos selváticos.

La variedad de deportes extremos de altura en Centroamérica es muy grande debido a la alta demanda de turistas nacionales e internacionales. El tradicional pueblo hondureño de La Campa, guarda una peculiar mezcla entre la tranquilidad del lugar y la posibilidad de practicar canopy extremo. Considerado uno de los más altos de la región con 350 metros de altura, cuenta con 6 líneas de cable de acero que permiten un recorrido entre las montañas no apto para  personas con vértigo.

Y aún más en las alturas, el Puerto Caldera de Costa Rica ofrece la posibilidad de conocer la zona con vista de pájaro gracias a la oferta de actividades en parapente biplaza. Se tratan de unos vuelos únicos que mezclan la maravillosa sensación de volar con la observación de la naturaleza en estado puro. En ciertos días, además de observar la variedad de aves, es posible descubrir a los monos entre las copas de los árboles.